Los símbolos en mis primeros trabajos, como el pez, eran una forma de crear mundos de ensueño. Desde entonces, he usado mi habilidad técnica y diversos símbolos para representar mi realidad. 

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Con el tiempo, mis obras han cambiado, integrando nuevos elementos y experimentando con materiales y luz. La abstracción se ha vuelto más importante, alejándome de las figuras. He explorado el surrealismo a través del color y materiales como láminas de oro, plata y bronce que, junto al acrílico y el lápiz me permiten recrear un mundo personal. Estos elementos han añadido nuevas dimensiones a mis obras, creando paisajes abstractos que invitan a la calma y la reflexión. 

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Los barcos y aviones de papel en mis obras representan la curiosidad infantil y el deseo de escapar de la rutina diaria, representan al mismo ser humano flotando en paisajes abstractos que nos invitan a pensar sobre nuestra propia existencia.

Los barcos y aviones de papel en mis obras representan la curiosidad infantil y el deseo de escapar de la rutina diaria, representan al mismo ser humano flotando en paisajes abstractos que nos invitan a pensar sobre nuestra propia existencia.

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En mi serie más reciente, “Los Hilos del Tiempo”, las piezas parecen estar en movimiento, mostrando la fluidez del tiempo y cómo nuestras experiencias están conectadas. Las láminas de oro, plata y bronce no solo agregan una dimensión material, sino que también representan eldiálogo entre el universo y la humanidad, la naturaleza y la sociedad.

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Estas obras nos invitan a encontrar nuestro propio camino en el viaje de la vida.

Su obra ha sido expuesta de forma colectiva e individual en El Salvador, Guatemala, Estados Unidos y Panamá.

 

Tomás Carranza vive y trabaja en El Salvador.