Eduardo Navarro
Panamá
“Llevo 16 años buscando romper los límites de la escultura. Mi material es el acero. Utilizo láminas de distintos calibres que pliego y doblo como si fueran papel. De ese material industrial, rígido y exigente he descubierto su nobleza, su maleabilidad, su capacidad para ayudarme a construir formas delicadas, inspiradas en la naturaleza o en la geometría. Con él he podido emular el aleteo de una mariposa y las frágiles capas de una concha.
Me interesa plantear una tensión entre el tema que abordo y el material y la técnica que uso. Lo orgánico frente a lo industrial. Lo femenino frente a lo masculino. Lo flexible frente a lo rígido. Lo dinámico frente a lo estático. Y conseguir, de esa tensión, armonía, belleza e intimidad.
Mi obra parte de la observación. Exploro el volumen y el movimiento de las formas de la naturaleza y de la geometría a través del cartón. Trabajo en los cortes y juego con ellos, creando capas, hasta estructurar un modelo. Después viene el trabajo directo con el metal. No hay ensamblajes ni tornillos en mi obra: es soldadura pura.
Ninguna escultura es igual a la otra. Son piezas únicas. Tienen infinidad de caras y su disposición depende de quien las instala. Me emociona que la gente sea partícipe de mi obra. Últimamente, hago piezas de pared, una idea que vengo investigando y desarrollando.”
- Verónica Matiz
Creciendo cerca de animales y la naturaleza salvaje del interior de Panamá, Eduardo Navarro (Panamá, 1960) es conocido por capturar el espíritu libre de caballos con su técnica neo-expresionista de “action painting”.
Navarro explora su creatividad a través de múltiples disciplinas como la pintura, la escultura, la performance y las instalaciones para crear obras con un impacto visual propio.
“Navarro es quizás mejor conocido hoy por sus corceles desenfrenados y enérgicos, un tema que ha estado explorando durante unos 20 años. Sin embargo, el artista continúa innovando, utilizando telas estampadas para agregar otra capa de textura a estas bestias salvajes explosivamente viriles, mostrando una vez más su equilibrio incontrolado entre sustancia y forma.
Pero el caballo es simplemente un pretexto para que Eduardo Navarro explore su energía expresionista. ¿Qué mejor animal para representar la libertad espiritual y la rebelión entre las salpicaduras de maleza que un caballo al galope? ¿Qué mejor forma de vida para oponerse al peso dramático de sus figuras humanas que un semental desenfrenado?”
– Orlando Hernández.
Investigador Curatorial Postdoctoral
En el año 2019, durante los meses de abril y mayo, Navarro participa de una Residencia del Rockefeller Foundation (NYC) siendo el primer panameño en ser invitado a ese programa supervisado por curadores del Whitney Museum y el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).
Merecedor de importantes premios y distinciones a nivel nacional e internacional, Navarro ha exhibido su obra en forma individual y colectiva en Panamá y en el extranjero, con importantes muestras en Alemania, Italia, España, Mónaco, Sudáfrica, Estados Unidos, Colombia, Chile, Perú, México, Argentina, China y Japón.
Eduardo Navarro vive y trabaja en Panamá.